Descripción

AZOO Betta Guard

INSTRUCCIONES:

Utilice 5 ml de AZOO Betta Guard por cada litro de agua después de cada cambio de agua o transporte de peces.

Para uso regular añada 2.5 ml. por cada litro de agua cada 5 a 7 días.  Agite bien el envase antes de cada uso y viértalo de manera uniforme por todo el acuario.  Cierre bien la tapa después de cada uso.

Puede combinar AZOO Betta Guard con otros acondicionadores específicos de la marca AZOO.

OBSERVACIONES:

Para garantizar una correcta dispersión de AZOO Betta Guard, añada los aditivos en un área del acuario que tenga suficiente corriente.  Para cambios de agua, puede añadir los aditivos al agua antes de verterla sobre el acuario. Evite mezclar diferentes aditivos antes de añadirlos.

Algunos productos para acuarios pueden reaccionar químicamente con AZOO Betta Guard;  procure no combinar varios productos al mismo tiempo para evitar precipitaciones o reacciones no deseadas.

La tapa de la botella le ayudará a medir la dosis con precisión:

• La cavidad interna tiene 5ml. de capacidad.

• El volumen comprendido entre la cavidad interior y la exterior contiene 10ml.

• Ambas cavidades llenas contienen 15ml. en total.

•  La tapa llena completamente contiene 20ml.

Observe la figura de la derecha

ATENCIÓN:

• NO INGERIR, EN CASO DE CONTACTO CON LOS OJOS ENJUAGUE CON ABUNDANTE AGUA LIMPIA Y ACUDA AL MÉDICO.

• MANTENGA EL PRODUCTO ALEJADO DE NIÑOS Y MASCOTAS.

• AGITE EL ENVASE ANTES DE UTILIZARLO.   

• CIERRE BIEN EL ENVASE DESPUÉS DE CADA USO.

• GUARDE EL ENVASE EN UN LUGAR FRESCO Y SECO, EVITANDO LA EXPOSICIÓN DIRECTA DEL SOL

• PARA USO EXCLUSIVO EN ACUARIOS CON PECES ORNAMENTALES.

El agua del acuario y la acción de AZOO Betta Guard

De manera general, el agua potable contiene entre 1.5 y 2.0 ppm al salir del grifo.  El cloro es un oxidante fuerte y puede ser letal para la mayoría de peces en niveles de 0.1 a 0.3 ppm. Aún así se recomienda mantener los niveles bajo 0.001 a 0.003 ppm pues pueden generar problemas de salud en los ecosistemas acuáticos.

Debido a la capacidad desinfectante del cloro, muchas cepas benéficas presentes en el agua o sistemas de filtros biológicos pueden ser destruidas en su presencia.

Los peces pueden mostrar síntomas de sobreexposición al cloro como hiperactividad, movimientos espasmódicos de la cola, aletas o boca, saltar fuera del agua o al estar recostados. Sobrexposición a niveles de cloro por encima de 0.3 ppm puede causar dificultades respiratorias en los peces, sofocación y en algunos casos la muerte.

En un rango de pH entre 6 y 7, el ácido hipocloroso (HOCl) predomina, y esta es su forma más tóxica.  A medida que el pH en las muestras de agua aumenta por encima de 7, más iones hipoclorito estarán presentes (OCl-), y estos son menos tóxicas en comparación al HOCl.

El cloro se puede remover del agua al usar una fuerte aireación o a través de carbón activado. Exponer el agua al ambiente también permite remover el cloro, pues la disipación natural ocurre después de las 24-48 horas. Otro método es usar el tiosulfato de sodio que neutraliza fácilmente el cloro; pero las cloraminas son más difíciles de eliminar.

Las cloraminas pueden ser más difíciles de remover comparadas con el cloro, pues son menos volátiles.  Estas son más tóxicas para los peces. Los acondicionadores de agua utilizan de manera habitual hidroximetano sulfonas para detoxificar las cloraminas, pues estas rompen las cloraminas y convierten el amoniaco en amonio, una forma iónica es menos tóxica.

Presentaciones:

AZ17293 / AZOO Betta Guard  60 ml